Numerosos estudios han destacado una preocupante disminución del interés de los jóvenes en la ciencia y la tecnología. A pesar de las acciones implementadas para revertir esta tendencia, las señales de mejoría aún son modestas. A menos que se tomen iniciativas más efectivas, la capacidad europea para innovar e investigar puede verse seriamente afectada. Por ello, la Comisión Europea ha diseñado un nuevo camino para aplicar el «know-how» y las buenas prácticas que puedan provocar un cambio radical en el interés de los jóvenes por la ciencia y la tecnología. El informe «Rocard on Science education» plantea que esta falta de interés de los jóvenes hacia la ciencia se debe a la forma en que se enseña en la escuela. En este contexto, mientras la comunidad educativa está de acuerdo en que los métodos de enseñanza basado en la indagación son más efectivos, la realidad es que en la mayoría de las aulas europeas estos métodos no siempre son implementados.
La necesidad de mejorar la educación científica tiene un papel crucial en la «»Estrategia de Lisboa Europa 2020″ el Informe “Rocard» y el informe “Science Education for Responsible citizenship”. La introducción de la indagación en las escuelas y la creación de redes de trabajo de los profesores implicados deberían impulsar y estimular el aprendizaje de las ciencia y la tecnología.